EL Rincón de Yanka: junio 2015

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martes, 30 de junio de 2015

LAS DOS VIDAS Y TRES MUERTES DEL ANACORETA ALEMÁN MAN DE CAMELLE (CAMARIÑAS - GALICIA)




Las dos vidas 
y tres muertes 
de Man de Camelle



Pudiera parecer a primera vista que esta historia no se acomoda del todo a la línea de esta bitácora de naturalista. Pero es sólo una impresión falsa pues este cuento – pese a ser una historia absolutamente real es también un hermoso cuento- nos narra la fabulosa aventura ,con triste final, de una persona que imbricó su vida con la naturaleza de la que se quedó prendado. Y lo hizo hasta tal extremo que pasó a formar parte de ella con todas sus consecuencias. Es la historia de un ecologista, humanista y artista que decidió vivir su vida de forma radical e integral.

PRIMERA VIDA: MANFRED GNÄDINGER

Hablando con propiedad esta primera vida no fue de Man, sino de Manfred Gnädinger, alemán nacido en 1936 en Radolfzell en el seno de una familia acomodada. Ya de joven comenzó a desarrollar su vocación artística, trabajando de pastelero en una fábrica de chocolates en la que dio muestras de su desbordante imaginación. Posteriormente vivió en Italia, formándose como escultor y pintor, y después en Suiza, donde impartió clases de arte.

En mayo de 1962, mientras viajaba por España, llegó a la Costa da Morte, y arribó con su mochila a la pequeña población de Camelle – parroquia de Camariñas- que en aquellos días celebraba sus fiestas del Espíritu Santo. No tardó en disfrutar de la hospitalidad de unas personas que le ofrecieron ropa y hospedaje. El joven artista alemán, pese a sus nulos conocimientos de castellano y de galego, se quedó inmediatamente hechizado por aquel rincón del mundo y supo que ese era su sitio, por lo que se afincó en el pueblo del que jamás volvió a salir. Algunos lo recuerdan en aquella época como un joven educado, impecablemente vestido y que asistía asiduamente a misa. Dedicaba sus días a observar y estudiar animales y plantas, en los que basaba sus pinturas y esculturas. Un buen día, cuentan que tras un desengaño amoroso con la maestra de Camelle, se fue a vivir a una chabola junto a la playa, entre las peñas donde rompe el oleaje en pleamar, dando por concluida la vida que hasta entonces había llevado y comenzando otra absolutamente distinta.

SEGUNDA VIDA: MAN

Al modo de Diógenes viviendo en su tonel, Man se despojó de absolutamente todo lo que no necesitaba y abandonó el mundo para encontrarse con el planeta. Y, a medida que su barba y su cabello crecían enmarañados por el frío viento Nordés, a medida que se iba despojando de la ropa que llevaba cuando formaba parte de la sociedad, se iba ganando el apodo de “tolo” (loco en galego) entre los vecinos. Con el paso de los años, posiblemente ante las dudas sobre la ligereza a la hora de repartir las calificaciones de locos y cuerdos, se le dejó de llamar “tolo” y se le comenzó a conocer como Man.
Vestido con su eterno taparrabos recorría la costa en busca de los restos que el mar le traía: vértebras de cetáceos, cuadernas de barcos, ramas de otros continentes,… Y con ellos y con las piedras previamente modeladas por las olas, fue construyendo la que a la vez era su casa y su obra de arte. Un laberinto de colores, formas y materiales fueron tomando forma en aquella costa descarnada y solitaria y que fueron formando su universo particular. Seguía una dieta vegetariana y los vecinos recuerdan que sólo fue al médico en una ocasión (tras sufrir la mordedura de un perro al que sólo él podía acariciar). Con una envidiable condición física era frecuente verlo correr por las carreteras cercanas, casi desnudo, incluso en pleno invierno. O nadar desde el puerto de Camelle hasta la próxima playa de Traba para a continuación, volver al espigón. A veces pasaba horas, inmóvil, contemplando el Atlántico que le había atrapado para siempre.
Años después se descubrirían cartas que desvelaban facetas poco conocidas del artista, y que demostraban que aquel introvertido anacoreta mantenía correspondencia con personalidades relevantes de la política internacional a las que instaba a que firmasen la paz mundial. En los ochenta libró una cruzada, utilizando su cuerpo como escudo humano y como única arma, ante las máquinas que pretendían construir un muro de hormigón que ampliase el puerto de Camelle y que sesgaría su costa. Consiguió ganar la batalla, pero también enemistarse con buena parte de los vecinos que comenzaron a llamarlo de nuevo “tolo”.

PRIMERA MUERTE

La primera muerte de Man comenzó exactamente cuando en la mañana del 13 noviembre de 2002, un carguero se ve inmerso en un temporal frente a las costas gallegas y pierde doscientos troncos de 17 metros de largo. Uno de ellos es arrastrado por el oleaje hasta que, a media tarde, impacta con el casco de un buque que transitaba a unas 28 millas de Finisterre. Se trata de un viejo petrolero de armador liberiano, con bandera de Bahamas y tripulación filipina, cuyo naviero era ateniense, de fletador ruso, fabricado en un astillero japonés, procedente de Letonia, dirección a Gribraltar, con 77.000 toneladas de fuel de baja calidad elaborado con crudo siberiano, propiedad de una empresa ruso-suiza, y destinado a países tercermundistas del noroeste africano. Parecía una macabra metáfora de la globalización, como si las fuerzas humanas de todo el planeta hubiesen confabulado para desencadenar lo que ocurriría a continuación. El tronco errante abrió una brecha en el monocasco del buque. Inmerso en un temporal y en una marea de órdenes, contraórdenes, decisiones y ausencia de ellas, seis días después, a las ocho de la mañana, el petrolero, de nombre Prestige, se parte literalmente en dos y se hunde a casi cuatro kilómetros de profundidad, desprendiendo su vómito de fuel. Y la inmensa mancha, visible desde el espacio, fue empujada por las corrientes hacia una Costa da Morte que jamás haría tanto honor a su apellido.

“Yo decir que esto no deber limpiarse nunca. Ser episodio de la historia. Quedar así debe, para todos recordar quién es hombre” Acertaba a decir tartamudeando un abatido Man, embadurnado en fuel, como todo su mar, como toda su costa y como toda su obra. “Dolor mucho dolor, porque el hombre no querer a hombre, ni querer a mar, ni querer peces, ni querer a playas”. Mientras cientos de voluntarios intentaban limpiar el lodazal de petróleo en el que se había convertido el, hasta unos días, paraíso atlántico, Man observaba desorientado desde las piedras, descalzo sobre el fuel, encarnando la misma estampa de los cormoranes o alcas cubiertos de crudo que se convirtieron en iconos de uno de los mayores desastres ambientales de la historia. Todos los colores que lucieron las piedras y esculturas de Man habían desaparecido por completo bajo una pringosa y pestilente capa de engrudo. Las rocas, la playa, las olas, presentaban el mismo aspecto. Precisamente, la costa de Camelle fue uno de los puntos en los que con más intensidad se había cebado la catástrofe.
“¿Triste? No poder pensar respuesta viendo esto, no poder pensar. Ahora usted irse”

Dicen que pasó días enteros llorando, absolutamente abatido. Pocos después, el día de los Santos Inocentes de 2002 apareció muerto en su choza. La cofradía de pescadores de Camelle corrió con los gastos del entierro.

SEGUNDA MUERTE

La segunda muerte de Man comienza cuando se lee su testamento en el que lega 120.000 euros - que nadie sabía que conservaba desde la época en la que se llamaba Manfred- al estado para la conservación de su museo. Este no se hizo cargo de esos fondos y transcurrido el plazo legal, fueron engullidos por Hacienda. Tiempo después, en Camariñas se construiría una Casa de la Cultura con el nombre de "Casa do Alemán", en memoria de Man, un edificio en el que, casi con toda seguridad, él jamás hubiese puesto un pie de seguir vivo. Políticos de todos los colores y raleas bajaron a la choza a hacerse fotos y a asegurar que el legado del artista se protegería como es debido. Se hicieron jornadas sobre el artista de Camelle, se rodaron documentales, se llevaron a cabo ciclos y conferencias de numerosos artistas reconociendo el valor de la obra de Man. Todo ello contrastaba con la total soledad en la que pasó sus últimos días. Y con el abandono en el que estaban sumidos el museo y la casa, que día a día sufrían el zarpazo del expolio y del temporal.

TERCERA MUERTE

El 9 de noviembre de 2010, casi ocho años después de que el tronco errante comenzase su corta y asesina singladura, el mal genio de un mar embravecido, como clamando venganza, vierte su furia contra quien menos lo merece y la galerna destroza gran parte de lo que quedaba de la obra de Man.
Antes de morir, rogó encarecidamente que se conservase su museo tras su muerte y que sus restos descansasen en él. Una década después, poco queda de su universo que fue abandonado a la desidia y sus restos descansan en un olvidado nicho del cementerio de Camariñas.

Vivió en libertad, nadó contra corriente y aseguró haber alcanzado la felicidad absoluta. Consideró al mundo como su casa y lo dio todo por el rincón en el que decidió edificar sus sueños. Y con él sucumbió ante la marea aceitosa de la codicia humana.




Arao común (Uria aalge), la especie que se vió más afectada por la catástrofe del Prestige. Era un ave marina característica de la Costa da Morte y tras el desastre, sus poblaciones gallegas desaparecieron por completo.


Co motivo do PRESTIGE, MAN comentóu:«Yo decir que esto no debe limpiarse nunca..., Ser episodio de la Historia. Quedar así debe, para todos recordar quién es hombre, porque hombre no querer a hombre, ni a mar, ni peces ni playa»


Man, o Alemán de Camelle


Autor/a: Beatriz Maceda Abeleira
Ilustradora: Laura Veleiro Suárez
Género: Libro infantil

VER+:
MANFRED, UN HOMBRE, 

UNA HISTORIA, UN MUSEO


O viaxeiro radical é unha novela baseada na figura de Manfred Gnädinger, artista alemán que en 1962 chegou á vila de Camelle despois dunha longa viaxe cruzando boa parte de Europa. Nese momento comeza a historia dun home extraordinario que, encirrado por un pulo de liberdade, decidiu vivir á marxe de calquera convencionalismo ou imposición, en permanente conflito cos que o rodeaban .Un artista ceibe e solitario, marxinal por convencemento e necesidade, que transformou a súa propia existencia coa finalidade de que Vida e Arte se fundisen ata formar un todo indisoluble.

A novela indaga nos aspectos que, en determinados momentos da vida do protagonista o empurraron a tomar decisións controvertidas, e pretende achegarse á cerna do personaxe para comprender a razon da súa radicalidade existencial. Ao mesmo tempo, a ficción leva a quen le a facer unha reflexión sobre aspectos fundamentais que determinan a existencia, tales como o amor, a amizade e a busca do sentido da vida.





domingo, 28 de junio de 2015

HACIA UN NUEVO MODELO PARROQUIAL Y ECLESIAL

UN NUEVO MODELO DE PARROQUIA


Apóstoles de la Palabra
11 de mayo de 2015.

INTRODUCCIÓN

Ya nuestra comunidad cuenta con algunos años de experiencia pastoral en parroquias propias. Por lo tanto, es tiempo de empezar a analizar el sentido de su presencia en la Iglesia; es tiempo de afinar la puntería.

Evidentemente, no todos los que trabajan en parroquias tienen la misma capacidad, el mismo fervor o el mismo temperamento, para enfocarse en lo propio de nuestro carisma, puesto que para muchos la tentación de asimilarse al ambiente general es demasiado fuerte. De todos modos, es tiempo de hacer un alto en el camino para ver cómo, de parte nuestra, podemos lograr una mayor eficacia apostólica de acuerdo con nuestro carisma y las posibilidades concretas de cada uno.

Estoy consciente de que, mientras por un lado, por falta de presbíteros, abundan los ofrecimientos de parroquias, por el otro, debido a la peculiaridad de nuestro carisma, muchos nos miran con cierto recelo y preocupación, al constatar los enormes cuestionamientos que presentamos a la entera comunidad eclesial.
Pues bien, estando así las cosas, ¿cómo es conveniente proceder? ¿Es mejor acelerar el ritmo o bajarlo? ¿Basta con lo que estamos haciendo o es mejor cambiar algo? ¿Es conveniente seguir con las parroquias que ya tenemos o es mejor pensar en dejar alguna por no tener la oportunidad de trabajar según nuestro carisma? ¿Con cuáles criterios aceptar las nuevas parroquias?
Evidentemente, lo que a continuación expreso representa solamente el inicio de un diálogo, que considero resultará muy fructífero.

Mientras me encomiendo a sus oraciones y en espera de sus opiniones y sugerencias, me despido asegurándoles todo mi cariño, aprecio y respeto.

México, D.F., a 25 de abril de 2015,
Fiesta de San Marcos Evangelista.

P. Flaviano Amatulli Valente, fmap
Superior General


I. SITUACIÓN

A todos los niveles,
el conocimiento de la realidad
determina el cambio.

NOSOTROS
¿Cómo estamos? ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
Clero y laicado

Dos mundos totalmente diferentes: por un lado, un clero todopoderoso y acaparador de funciones y beneficios; por el otro, un laicado sumiso, sin voz ni voto, dedicado casi exclusivamente a solucionar los asuntos de tipo económico o a colaborar en tareas litúrgicas y de catequesis, sin contar con algún tipo de gratificación.

Como es fácil notar, entre nosotros, por lo menos en este aspecto, se está dando lo máximo de la injusticia, recalcando el estilo propio de otros tiempos, cuando había nobles y plebeyos. Algo totalmente insoportable en una sociedad como la nuestra, en que existe una grande sensibilidad por lo que se refiere a los asuntos de la equidad; al mismo tiempo algo totalmente ajeno al dato revelado.

Carisma, poder y dinero

¿Cómo se llegó a esta situación? Por una simple desviación en campo pastoral, tomando el carisma como poder y no como servicio (Mt 20, 26). Hecho esto, no se vio ninguna dificultad a unir el ejercicio del poder con el dinero, como pasa en otros asuntos de tipo profano.

Y llegamos al absurdo de los actuales aranceles, algo ya codificado, que nadie discute, como una manera normal de solucionar el problema económico y promover, al mismo tiempo, las vocaciones al ministerio sagrado.

En realidad, ¿a quién no le gustaría entrarle a un estado de vida, que garantice una cierta seguridad económica? En el fondo, se trataría de una buena inversión: se gasta al principio, pero se recupera después con creces, como pasa con cualquier profesionista o funcionario del Estado.

Celibato:
Carisma – compromiso

¿Y el problema del celibato? ¿Y si alguien no cuenta con este carisma (don)? Basta el compromiso. ¿Y si a la mera hora alguien no puede con el paquete? Ni modo: haz como puedas, teniendo en cuenta el refrán “Si no puedes ser casto, por lo menos trata de ser cauto”. De hecho, no eres el único que se encuentra en la misma situación.

Sacramentalización

Y así se llega al fenómeno de la sacramentalización. ¿Y la educación en la fe? ¿Y el pastoreo? No hay tiempo. Lo primero, primero.

Ex opere operato

Por otro lado, está la doctrina del ex opere operato. Basta confiar en ella, es decir, en la validez del sacramento de por sí. ¿Y qué tal la doctrina del ex opere operantis, que subraya la eficacia del sacramento, relacionada con las disposiciones del ministro y del que lo recibe?

No hay tiempo. No nos damos abasto.
Abandono pastoral

Y así se llega al actual estado de abandono pastoral de las grandes masas católicas, lo que representa la consecuencia lógica de un Modelo Eclesial ya agotado. Por lo tanto, es urgente pensar en algo diferente, más en consonancia con la sensibilidad de la sociedad en que vivimos y el dato revelado.

LA COMPETENCIA

Es un hecho que, mientras nosotros vamos para abajo, ellos andan para arriba. 
¿Por qué?

Inspiración bíblica y eficacia pastoral

Al no tener que someterse a normas y costumbres de otros tiempos, se sienten libres de concentrarse en la eficacia de su acción, teniendo en cuenta esencialmente el dato revelado, representado por la enseñanza de Jesús y la experiencia de las primeras comunidades cristianas.

Evangelización, pastoreo y economía

Y así se llega a la praxis de unir la economía a la evangelización y el pastoreo. Primero se forman comunidades y después éstas asumen el compromiso de colaborar en los gastos del culto, empezando por el sustento de los propios ministros. ¿No dice la Palabra de Dios: “El Señor ha dispuesto que los que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio” (1Cor 9, 14)?

Mientras, entre nosotros, todos están comprometidos a conseguir los fondos necesarios para el culto y es el clero el que dispone de ellos según lo considere conveniente, sirviéndose siempre con la cuchara grande.

Vía libre para la acción

Y así cada uno se siente impulsado a transmitir a otros la propia experiencia de fe, al contacto con Cristo y su Palabra, consciente de que puede llegar hasta vivir de la misión, volviéndose en pastor de una comunidad o colaborando en algo, con relativa remuneración económica según el grado de participación en el apostolado.

Esto, tan sencillo y natural, y al mismo tiempo tan apegado a la Palabra de Dios, explica el gran éxito que hoy en día están teniendo los amigos de la competencia, que no corresponden a las Iglesias históricas, atrapadas como nosotros en tantos problemas del pasado, sino a los grupos y grupúsculos que hoy en día están proliferando por todos lados, una señal evidente del grande deseo de Dios que tiene mucha gente y que no ve satisfecho en las Iglesias históricas.

La puerta falsa:
el ecumenismo.

Pues bien, nosotros, en lugar de fijarnos en los cuestionamientos que estos grupos pueden representar para nuestra acción pastoral, nos salimos por la puerta falsa del ecumenismo.

Que de una vez se entienda que esos hermanos nunca aceptarán hacer ecumenismo con nosotros, puesto que conocen muy bien nuestro estilo de vida (generalmente antes fueron católicos del montón), sin una atención personalizada y sin un verdadero interés por conocer y practicar la Palabra de Dios. Según ellos, se trataría sencillamente de un retroceso en su caminar hacia Dios.

La doctrina y la práctica
En el fondo, ¿cuál sería la diferencia fundamental entre nosotros y ellos? 
Algo sencillo:

Nosotros somos la Iglesia, fundada por Cristo, por lo tanto, depositarios de la doctrina y los poderes que Cristo entregó a Pedro y los Apóstoles; ellos luchan por ser discípulos y misioneros de Cristo. Nosotros subrayamos el aspecto doctrinal; ellos el aspecto práctico. Nosotros damos importancia a la formación de la mente; ellos insisten sobre la formación del corazón.

Como se ve, se trata de dos posturas complementarias, no contradictorias.
El verdadero ecumenismo

Por lo tanto, ¿cuándo será posible un verdadero ecumenismo entre nosotros y estos grupos, que nos están moviendo el piso, aunque a veces sean considerados fundamentalistas y fanáticos? Cuando nosotros nos decidamos a vivir según la Palabra de Dios, purificando nuestra Religiosidad Popular, en que cabe de todo, y cuando haya entre nosotros una verdadera preocupación por el progreso espiritual de cada feligrés, confiando menos en el ex opere operato.

En la medida en la cual nosotros estaremos abiertos a sus cuestionamientos, ellos posiblemente se abrirán a los nuestros. Solamente así se podrá llegar a la unidad esperada (Unitatis redintegratio = Restablecimiento de la unidad).

Estoy convencido de que resultará sencillamente imposible lograr un verdadero diálogo ecuménico con esos grupos, sin que primero entre nosotros logremos un cambio profundo de nuestras estructuras pastorales, que garanticen una verdadera atención personalizada de los feligreses, a la luz de la Palabra de Dios.

II. ¿QUÉ DICE LA PALABRA DE DIOS?

Que estamos mal. Que nunca ni Jesús ni los apóstoles vieron con buenos ojos la situación de las masas abandonadas “como ovejas sin pastor” (Mc 6, 34). Por lo tanto, si se llegó a esto, seguramente no fue por un designio de Dios, sino sencillamente por haber hecho caso más a la sabiduría humana que a la sabiduría divina (1Cor 1, 18ss) y, en último análisis, por preferir asimilarnos al mundo más que apegarnos a la Palabra de Dios.

De ahí tantas normas y costumbres del pasado, que ahora nos están llevando al fracaso. A menos que alguien no esté convencido de que estamos bien y que lo que está pasando sea por culpa de los tiempos difíciles en que vivimos, como si se tratara de algún tipo de determinismo histórico. Lo que un servidor rechaza tajantemente.

Entonces me pregunto: ¿Por qué no intentamos volver a las Escrituras, teniendo en cuenta la enseñanza de Jesús y la praxis de las primeras comunidades cristianas? ¿Acaso pensamos perfeccionar el proyecto de Iglesia, con que soñaba Jesús y que los apóstoles empezaron a realizar? ¿O pretendemos desafiar al mismo Dios, dándole un ultimátum: “O se hacen las cosas como decimos nosotros o preferimos llegar a la muerte, aunque sea lenta”?

Claro que la Iglesia nunca se acabará. De todos modos, no es lo mismo llegar al final de la carrera con cuatro gatos que llegar con mucha gente. Además, no nos olvidemos de que algunas regiones, antiguamente cristianas, ahora ya no lo son. Lo mismo puede pasar con nuestros países por errores históricos imperdonables.

Alerta, entonces, y a trabajar todos en la dirección correcta, a la luz de la Palabra de Dios y bajo el impulso del Espíritu.

III. LÍNEAS DE ACCIÓN PASTORAL

Como en todos los demás aspectos de la vida, no se puede pasar repentinamente de un modelo a otro, sin el peligro de causar grandes trastornos, que pueden llegar hasta comprometer seriamente el objetivo que se pretende. Por lo tanto, es importante que haya primero un periodo de concientización acerca de los cambios que se vean necesarios realizar en la línea de una conversión pastoral.

Y como pasa con todo tipo de conversión, se trata siempre de algo doloroso.
Agentes de pastoral

Representan la base para la buena marcha de una comunidad. ¿Qué hacer, entonces? A como dé lugar, aumentar el número de los trabajadores del Evangelio: a tiempo completo o a tiempo limitado, con sueldo o sin sueldo, con o sin institución oficial. Solamente así se puede garantizar una pastoral realmente eficaz.

Naturalmente, para eso se necesita valor y discernimiento, sin miedo a las críticas y los ataques que puedan venir del interior de la misma Iglesia. Es que, haciendo esto, mañana los flojos ya no podrán decir: “Eran otros tiempos. A nadie se le había ocurrido proponer alguna alternativa viable”.

En el fondo, se trata de estar dispuestos a ir contracorriente, conscientes de que ir contracorriente implica siempre estar dispuestos a pagar de persona. De todos modos, con esta iniciativa, ya el sistema empieza a resquebrajarse.

En realidad, ¿qué dice la Palabra de Dios a este respecto? “Un pastor tenía cien ovejas” (Lc 15, 4ss). ¿Acaso un pastor puede atender a más de cien ovejas? Imposible. A menos que atender no quiera decir cualquier cosa, menos conocerlas una por una, proporcionarles el alimento diario necesario, cuidarlas y defenderlas en caso de peligro.

¿Y qué está pasando actualmente entre nosotros? Que existen parroquias de 10, 20… hasta 50 mil habitantes. ¿A qué se reduce, entonces, la atención pastoral? A la mera administración de los sacramentos, sin ton ni son. Lo que a todas luces no corresponde al plan de Dios. ¿Qué hacer, entonces?

Cambiar el sistema; no queda otro recurso. En realidad, la culpa no es del clero, sino del sistema que ya no funciona. Solamente que muchos clérigos se sienten a gusto en este sistema y se espantan a la sola idea del cambio, puesto que representan los instalados y privilegiados del mismo sistema y no están dispuestos a correr el riesgo de perderlo todo por el simple prurito de poner en primer lugar el bien de la entera comunidad cristiana y después los intereses personales o de la “casta sacerdotal”.

En este caso es absolutamente necesario que la entera comunidad eclesial tome conciencia de las anomalías presentes en el actual sistema pastoral y luche en favor de un cambio radical. En realidad, la historia enseña que son siempre los afectados los que tienen que luchar por el cambio, a costa de enfrentarse a grandes sacrificios.

Nada peor que cuando los afectados vean como normal la situación en que se encuentran y esperan que los cambios vengan desde arriba, como si se tratara de algún favor de parte de los “privilegiados”.

Problema económico

Pero viene el problema económico. ¿Cómo resolverlo, puesto que, con el aumento de los agentes de pastoral, se hace siempre más complicado, si se cuenta solamente con las entradas ligadas a la administración de los sacramentos? He aquí algunas sugerencias al respecto:

1. Antes que nada, por motivo de transparencia, para evitar suspicacias y, al mismo tiempo, para dar a la comunidad cristiana un sentido de verdadera responsabilidad, constituir el “Comité de asuntos económicos”, compuesto de puros laicos. De acuerdo con la misma comunidad (los practicantes), establecer las normas para la elección de los miembros del mismo y sus funciones.
2. Hacer una lista de todos los católicos de la parroquia, dividida por aldeas, pueblos y barrios.
3. Cada católico establece con qué cantidad mensual quiere contribuir en los gastos parroquiales.
4. Establecer “colectores”, encargados de la recaudación, a cambio de percibir un cierto porcentaje sobre las entradas.
5. Depositar el dinero en el banco.
6. Se puede sacar solamente con la firma del párroco y del presidente del comité.
7. Hacer pública la lista de los inscritos con la relativa contribución mensual.
8. Dar a conocer a los feligreses los estados financieros de la parroquia.

Si todo esto parece demasiado complicado, por lo menos para empezar, se puede dar a todos los feligreses de buena voluntad la libertad para poder evangelizar según su capacidad y contando con el beneplácito del párroco, entregando a la parroquia un porcentaje de las entradas que eventualmente se percibieran por motivo de apostolado.

Criterios de administración

1. Pobreza y dignidad son auténticos valores cristianos y, por lo tanto, tienen que constituir el estilo propio de la vida parroquial, sin olvidar que pobreza no quiere decir miseria.
2. Solidaridad al interior y fuera de la misma comunidad parroquial.
3. Equidad en retribuir a los distintos agentes de pastoral, teniendo en cuenta el tipo de apostolado que cada uno ejerza, el tiempo que le dedique y sus necesidades concretas.
4. Actuar en colaboración con Cáritas.

Taller de humanismo y vida cristiana

Entonces, una vez libres del apremio económico, los agentes de pastoral podrán dedicarse más de lleno al ministerio de la Palabra y al pastoreo, premisas esenciales para la formación de verdaderas comunidades cristianas.

Y así la parroquia, poco a poco, de un centro de ceremonias se va volviendo en un taller de humanismo y vida cristiana, donde se aprende a vivir los auténticos valores humanos y cristianos, más allá del puro aprendizaje teórico o la recepción de los sacramentos.

Evidentemente, una vez concientizado y entrenado en la comunidad eclesial, el feligrés, en un segundo tiempo y con toda naturalidad, podrá volverse en levadura en la masa, llevando el mismo estilo de vida también en su familia y en la sociedad, en que se encuentra desarrollando su actividad profesional, política o económica.

Los carismas en acción
(1Cor 12; Ef 4, 11-13)

Son los movimientos, que, con su riqueza y variedad, embellecen y fortalecen las comunidades cristianas. Se trata, entonces, de apoyarlos y acompañarlos en su esfuerzo por profundizar y vivir la fe, cada uno a su modo. De hecho, cada movimiento cuenta con su método propio de iniciación y crecimiento.

Estando así las cosas, para una parroquia representa un verdadero error pastoral oponerse a los movimientos o apoyar solamente a los que gozan de la propia simpatía, excluyendo a los demás. Lo mejor es dejar que el Espíritu actúe con toda libertad.

Planeación pastoral

De todos modos, los movimientos con sus carismas no son suficientes para poner una parroquia en condiciones de ofrecer a todos los feligreses de buena voluntad la posibilidad de una auténtica vida de fe. De esto se tiene que interesar la institución como tal.

¿Cómo proceder, entonces? Organizando una verdadera planeación pastoral, con objetivos precisos y estrategias bien articuladas, que suponen siempre un exhaustivo análisis de la realidad, vista a la luz de la Palabra de Dios.

Solamente así se puede ver cómo llegar a todos, saliendo así del estado de postración en que se vive actualmente, entreteniéndose en cualquier cosa con tal de sacar lo necesario para los frijolitos de cada día. Otro detalle muy importante: que el análisis de la realidad se enfoque esencialmente a la situación religiosa del pueblo, no tanto al aspecto económico, político y social, como se ha hecho normalmente. En este caso, se quieren quemar etapas, al pretender un cambio social sin una base firme, que puede ofrecer solamente el Evangelio.

Al constatar el estado de descomposición en que, en muchos lugares, se encuentra actualmente nuestra sociedad (secuestros, narcotráfico, trata de personas, abusos sexuales, maltratos, torturas, evasión fiscal, corrupción, etc.), me pregunto: “¿Acaso los responsables de todos estos desórdenes no son católicos, regularmente bautizados, confirmados y casados por la Iglesia? ¿Para qué les sirvieron, entonces, los sacramentos que recibieron, confiando esencialmente en la doctrina del “ex opere operato”? ¿Qué tal si los responsables, en lugar de dedicarse a distribuir sacramentos por todos lados, se hubieran preocupado más por formar a verdaderos discípulos de Cristo?”

Primacía de la Palabra de Dios

Evidentemente, para lograr esto, la Palabra de Dios tiene que representar la inspiración fundamental de todo el quehacer pastoral, no las ideas geniales de tal o cual brillante teólogo o pastoralista, que muchas veces bajo un manto de ampulosidad intelectual esconden un espantoso vacío a nivel evangélico.

Por lo tanto, todas las iniciativas pastorales tienen que representar un medio para ayudar a los feligreses a entrar cada día más en el maravilloso mundo de Dios, por medio de su Palabra, sea a nivel de catequesis presacramental, piedad popular, culto, etc.

Que ningún feligrés, que esté en grado de acercarse al texto sagrado, sea privado de un alimento tan precioso en orden a una vida realmente cristiana. ¿Y los documentos de la Iglesia? Pueden ser muy útiles para aclarar ciertos aspectos de la fe y ayudar a crecer a las personas más capaces y comprometidas. De todos modos, tienen la desventaja de ser demasiados, de difícil comprensión para la gente más sencilla y carecer del valor y sabor del texto sagrado.

Diaconado permanente

En un plan de reestructuración general de los ministerios en la Iglesia, sin duda el diaconado permanente representa una pieza clave. ¿Cómo proceder, en concreto?

A continuación, sugiero algunos pasos que se pueden dar para lograr este objetivo:

1. Fijarse en los agentes de pastoral de buen carácter y más comprometidos a nivel de apostolado, formación personal y maduración en la fe.

2. Invitarlos a dar un paso en adelante, participando en cursos de formación y retiros espirituales dentro y fuera de la parroquia.

3. Entre estos, basándose en los hechos, discernir quiénes se consideran idóneos para el diaconado permanente.

4. Hablarles a cada uno de esta posibilidad y ver sus reacciones.

5. Por mientras, concientizar a la comunidad acerca de este proyecto.

6. Elegir a los candidatos para el diaconado permanente, con el visto bueno de la esposa y la respectiva comunidad.

7. Completar su formación. A nivel interno de nuestra comunidad, es suficiente superar satisfactoriamente el Curso Teológico-Pastoral del p. Octavio Díaz Villagrana, fmap, bajo la guía de un padre experimentado. De todos modos, para completar la formación de los candidatos al diaconado permanente, sea a nivel interno que a nivel de diócesis, es necesario tener en cuenta las normas vigentes, establecidas por la autoridad competente.

8. Ordenación diaconal, teniendo en cuenta las normas oficiales de la Iglesia (por lo menos 35 años de edad y 6 años de casado).

Pastoral personalizada

Contando con más personal a disposición, se puede organizar la pastoral de una manera más desahogada, es decir, dedicando a cada actividad, comunidad o persona la atención que se merece.

Se puede dividir la parroquia en sectores, atendido cada uno por un diácono permanente. Lo mismo se puede hacer con las distintas actividades parroquiales: catequesis, pastoral social, pastoral matrimonial, pastoral de enfermos, visiteo de casa en casa, etc.

¿Ordenación sacerdotal?

Por mientras, se puede proceder de esta manera, contando cada presbítero con un buen número de auxiliares: diáconos permanentes, candidatos al diaconado permanente y demás agentes de pastoral, debidamente asesorados y apoyados económicamente según el tiempo dedicado al apostolado y las propias necesidades.

¿Y qué tal si llegara el día en que la autoridad competente diera luz verde para que los casados pudieran acceder al presbiterado? Ya estarían listos los candidatos (diáconos permanentes). Bastaría con completar su formación y contar con la aprobación del pueblo, que los solicitara como presbíteros de la propia comunidad.

CONCLUSIÓN

El tiempo apremia. Más tiempo pasa y más irá aumentado el sentimiento de frustración en que vive gran parte del mundo católico. Por lo tanto, es tiempo de acelerar el paso, empezando por tomar conciencia de nuestra realidad eclesial, que no es tan halagadora que digamos.

¿Recuerdan cuando en el pasado se hablaba tanto del “continente de la esperanza”? Pura demagogia. Hoy nadie se acuerda de aquel slogan, confrontados a una realidad, que cada día se está haciendo más difícil y complicada.

Lo bueno es que aún estamos a tiempo para revertir la situación, siempre que nos decidamos a realizar cambios profundos en las estructuras pastorales de nuestra Iglesia, teniendo en cuenta el Evangelio y la nueva sensibilidad que se ha ido creando en la sociedad.

Entonces, sí que podremos hablar tranquilamente de diálogo ecuménico con quien sea, contando con un catolicismo más preparado y comprometido, con base bíblica y en la línea de las primeras comunidades cristianas.

De ahí la importancia de reestructurar también el ministerio ordenado, aunque esto pueda parecer una blasfemia para ciertas almas piadosas, que, por desconocer las fuentes de nuestra fe, sacralizan tanto la realidad presente que no se atreven ni a pensar en algo mejor, como si las actuales estructuras pastorales fueran inamovibles.

Claro que algo ya se está haciendo en la línea del cambio. Lo que falla en muchos casos es el espíritu que anima las distintas iniciativas. Por ejemplo, supe de una parroquia en que, bajo un manto de apertura, se permite que ciertos laicos más preparados y comprometidos realicen en las capillas y casas particulares liturgias de la Palabra, siempre que los solicitantes con anterioridad hayan cumplido con el pago de las cuotas correspondientes y sin que el encargado de la celebración perciba alguna gratificación por su servicio. Como se ve, un truco más para el aumento de las entradas, explotando la buena fe de los feligreses y la generosidad de algún agente de pastoral.

Por otro lado, no hay que olvidar que cada comunidad cristiana auténtica tiene que ser regida por un presbítero y no por un simple “celebrador de la Palabra”, con el riesgo de que la Iglesia se vaya cada día más“protestantizando”. De hecho, cuando alguien de un pueblito se traslada a la ciudad o sale del país, fácilmente se deja atrapar por un no católico, al notar como su celebración del culto es muy parecida a la que se hacía en su localidad.

¿Qué pasa cuando un enfermo de cáncer no sabe que está enfermo y se porta como si nada? Que la enfermedad avanza y, cuando se da cuenta, ya no puede hacer nada, puesto que ya el cáncer invadió todo el cuerpo. Lo mismo puede pasar con nosotros, a nivel individual y también a nivel comunitario.

¿Acaso no tienen razón los médicos, cuando, para evitar sorpresas desagradables, aconsejan una revisión periódica del propio estado de salud? ¿Qué estamos esperando, entonces, para meter manos al arado y empezar a examinar el estado de salud de nuestras comunidades cristianas? ¿Acaso le tenemos miedo a las sorpresas desagradables? ¿Por eso preferimos la política del avestruz, que pone la cabeza bajo la arena, para no ver la realidad que lo rodea?

Acuérdense, más tiempo pasa y peor se van a poner las cosas. Manos a la obra, entonces, en búsqueda de un “Un Nuevo Modelo de Parroquia”, soñando, analizando, ensayando y comunicando los propios avances. ¿Quién quita que con eso logremos dar algún paso en adelante bastante significativo, que pueda resultar de inspiración para otros?

En espera de sus aportes, me encomiendo a sus oraciones.

México, D.F., a 10 de mayo de 2015,
Día de la Madre.

P. Flaviano Amatulli Valente, fmap
Superior General

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En su libro "Católico o Protestante" 
hay un capítulo denominado 
«Autocrítica de la Iglesia Católica».

En dicha sección hay una revisión de aspectos que según él es urgente cambiar en la pastoral católica. Así mismo, en varios fragmentos de sus obras se aprecian juicios críticos respecto de la praxis pastoral de la jerarquía católica:
  • Los sacerdotes no deben estar amontonados en las ciudades dejando desatendidas las comunidades rurales.
  • Los sacerdotes no deben pretender hacerlo todo en los grupos parroquiales, deben delegar responsabilidades a los laicos.
  • Los laicos deben de recibir una formación teológica más seria.
  • Los Obispos no deben imponer ninguna ideología política a sus feligreses y sacerdotes.
  • Deben ser promovidas las comunidades católicas de laicos sin importar la línea del movimiento.
  • Esto porque debe pretenderse que todos los laicos católicos tengan una "experiencia personal de Dios".
  • Los párrocos deben esforzarse por llegar a toda su feligresía, si no se dan abasto deben recurrir a formar laicos comprometidos.
  • Debería haber más Diáconos permanentes en las diócesis para ayudar a los párrocos a evangelizar y catequizar a sus feligreses.
Que veces nuestra Iglesia ha caído en un excesivo “clericalismo” que la Iglesia Católica no es únicamente la Jerarquía Eclesiástica, sino el 100% de sus miembros, incluyendo más del 99.9% de laicos (la inmensa mayoría). Debemos entender que lo ESPECÍFICO de cada cual no excluye lo GENERAL COMÚN de todos. No debemos caer en el error de limitar al laico SOLO “LO ESPECÍFICO” DEL LAICADO despojándolo de hacer participar en otras cosas que son parte de LO GENERAL COMÚN de todos los que forman el pueblo real, sacerdotal profético. (Entre los laicos incluyo los “religiosos” “religiosas” (monjes frailes monjas) llamados católicos de “vida consagrada”, pues no son –evidentemente- clérigos que hayan recibido el Sacramento del Orden; excepto aquellos religiosos que son también sacerdotes ministeriales forman parte del 0.04% de ministros ordenados).

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P. Flaviano Amatulli Valente, fmap 
Hacia un Nuevo Modelo de Iglesia 
Propuesta-Provocación


CAMBIAR O MORIR by Patrick Amb



“Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que despunte la aurora de su justiciay su salvación llamee como antorcha” Is 62, 1.

¿Cómo crear comunidades cristianas hoy, con la fe de siempre pero un nuevo lenguaje?

Congresos de Nueva Evangelización atentos a las parroquias, gracias a Dios, en España ha habido unos cuantos en los últimos 15 años. Pero ninguno que haya nacido con un estudio previo explorando cuántas parroquias han empezado a transformarse y aplicar buenas prácticas, y detallando cuáles son esas prácticas. Eso es novedoso en España: ¡un estudio que explora dónde y cómo la Nueva Evangelización transforma las parroquias!

Nueva Evangelización es "nuevo lenguaje, nuevo ardor y nuevos métodos" para llegar al hombre de hoy, decía Juan Pablo II. Pero los "nuevos métodos", si no transforman y cambian toda la parroquia, quedan en poco.

"El cambio es posible, sabemos cómo se hace y ya hay gente que lo hace, y lo hemos visto. El primer paso es romper la negatividad", explica a ReL Santiago Pons, decano de Teología de la Universidad Católica de Valencia, uno de los impulsores del Primer Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias (ProyectoParroquias.com).
El congreso se celebra en Valencia, en la Universidad CEU Cardenal Herrera, el 24 y 25 de febrero, viernes y sábado, y probablemente será el más influyente evento de evangelización parroquial de este año en España.
Lo que propone, por primera vez en España, se basa en lo que un estudio ya ha visto que funciona.


Muchos ven los problemas: no hay que resignarse

Pocos sacerdotes y religiosas, mucho desánimo, esfuerzos enormes en mantener "lo de siempre" con una sociedad que no es la de siempre. Chavales que ni van a la confirmación, novios que ni piensan casarse...
La Iglesia española tiene una estructura de épocas de Cristiandad, cuando el Estado, la escuela, la familia y el barrio colaboraban en transmitir la fe. Pero España ya no funciona así, hay hostilidad o indiferencia a la fe y los niños y novios llegan a la parroquia sin cultura religiosa, a "consumir" sacramentos... o ni llegan.
Los obispos lo ven y les preocupa la situación. Pero muchos dan sólo soluciones "de mantenimiento", para estructuras de época de Cristiandad. Cada vez menos sacerdotes para atender más estructuras. Otros han hablado de una mera "gestión de la decadencia".
"En muchas parroquias se desanimaron, tiraron la toalla porque probaron alguna cosa y no funcionó. Pero saben que hay que hacer algo. Y nosotros sabemos lo que hay que hacer, porque lo hemos visto", apunta Santiago Pons.

¿Nuevos métodos? Sí, pero son un primer paso

No basta con aplicar un nuevo método de kerigma y comunidad como AlphaLifeTeenCursillosEmaús o Células Parroquiales, aunque eso siempre inicia un camino. 
"Aunque uses nuevos métodos, si no cambias la mentalidad de toda la parroquia, no funcionará. Los nuevos métodos suscitan un tipo de fe distinta que la parroquia 'como hasta ahora' no va a poder alimentar. Al introducir nuevos métodos, hay que cambiar todo el ambiente, empezando por los párrocos. Es esa conversión pastoral que empieza por lo personal", explica Santiago Pons.

¿Qué es una parroquia renovada y cuántas hay en España?

Una fundación europea que aporta fondos a estudios sobre transformaciones sociales financió un estudio único en España. El equipo de Proyecto Parroquias quiso contar cuántas de las 22.000 parroquias españolas (muchas son pequeñas y rurales) habían iniciado una "transformación pastoral" para la Nueva Evangelización.
Resultó que son unas 300 parroquias. Quizá sean algunas más, pero no muchas más.

Pero, ¿qué es una parroquia renovada?

En parte, el estudio asume las 4 características que explica el libro de William E. Simon Jr. Grandes parroquias católicas. Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan (en español en BAC, 2018). Su autor es un empresario de éxito que creó una fundación para ayudar a parroquias católicas, Parish Catalyst... y acude el viernes y sábado como ponente al congreso en Valencia. Él se basó en una investigación en casi 250 parroquias de EEUU.

Las 4 características de una parroquia renovada y viva son:

1) Liderazgo compartido: un párroco líder forma un equipo unido y bien avenido de gente con talento en quienes delega temas importantes;
2) Discipulado y espiritualidad: gran oferta espiritual que enganche, muchos retiros, cuidado a la vida familiar, formación bíblica viva, uso de Internet...
3) El domingo, la parroquia "brilla": la misa cuida al máximo su acogida, música, ambientación, predicación, estética y oferta para los niños;
4) Intencionalmente busca evangelizar alejados: usa programas que atraigan alejados, fidelicen visitantes esporádicos y los incorporen a la vida parroquial.

Preguntando a los expertos... y a las diócesis

Además de seguir ese libro, el equipo de Parroquias Renovadas acudió a 14 expertos en Nueva Evangelización en España (sacerdotes, laicos y religiosos), incluyendo al difunto obispo auxiliar de Barcelona, Toni Vadell. Con ellos prepararon un cuestionario.
Después acudieron a los vicarios generales de todas las diócesis de España con una pregunta: "¿qué parroquias conocen ustedes que hagan las cosas de esta lista?"
Pero de 72 vicarios, respondieron 10. "Así al menos supieron que estudiábamos ese tema y que esas parroquias podían existir".
Insistiendo y consultando más expertos, el equipo exploró más, y recibió información sobre parroquias interesantes de la mitad de las diócesis españolas.
"Luego fuimos a ver esas parroquias, a ver si lo que nos decían de ellas era verdad. Temíamos que, a lo mejor, un recién llegado, desde fuera no lo viera. Pero comprobamos que el cambio se ve, se nota. En ellas se habla otro lenguaje, se nota otro ambiente", explican.

Parroquias nuevas localizadas, y visitadas

Así, localizaron esas 300 parroquias que al menos han empezado la renovación, que la están intentando conscientemente. Algunas sólo están empezando, otras ya han implantado bastantes de las "buenas prácticas", unas pocas ya las han consolidado.
Después, profundizaron hablando con 30 de esas parroquias, la mitad en visita presencial, la otra mitad con videollamadas.
Santiago Pons es realista. Admite que "no todas las parroquias de España podrán renovarse ni aunque hubiera muchísimos recursos, pero debería haber al menos una parroquia renovada en cada zona, para que exista la oferta. Al final, lo importante es ofrecer el encuentro con Cristo".

El cambio es posible... pero necesita acompañamiento

¿Cómo implantar el cambio en la parroquia? Por la convicción del párroco que consigue un equipo de colaboradores para ello. ¿Basta con eso? No, necesitará acompañamiento, un mentoreo cercano.
El equipo consultó 3 instituciones dedicadas a formar sacerdotes para el liderazgo pastoral: AutemPastores Gregis y el LIDE de la Universidad de Comillas. Las tres dijeron que no basta con formar a los sacerdotes en la nueva mentalidad, sino que luego hay que acompañarles durante el proceso de transformación de la parroquia. Eso implica un acompañamiento o mentoring que requiere recursos.

Lo que lleva a otra pregunta: ¿Quién dedicará recursos a acompañar en la transformación? ¿Las diócesis? Por el momento pocas o ninguna tienen conciencia de ello. ¿O quizá parroquias ya maduras y generosas y transformadas, acompañando a otras?
Santiago Pons detalla que "el cambio es posible también en muchas parroquias rurales, pero requerirá destinarle recursos y formar personas para ello".

Pero implicará cambiar toda una mentalidad en los pueblos. En muchas zonas hay que asumir que no habrá un cura por pueblo y que la comunidad ya no será el pueblo, sino cinco o siete pueblos vecinos, con colaboradores (laicos o religiosos) activos en la pastoral. Desde luego, no servirá simplemente decir a un párroco "ahí tienes ahora 3 o 5 pueblos más".

Si quieres que cambie algo, ¡párate!

¿Qué decir a un sacerdote que querría renovar su parroquia y hacerla viva? Como mínimo debería ir a congresos como este, visitar algunas de esas 300 parroquias que han empezado el cambio... Pero, probablemente, el día a día parroquial es lo que le impide hacer eso.
"Si mañana se te rompe la pierna, ¿verdad que tu parroquia no colapsa? Alguien se encarga", respondería Santiago Pons a un amigo sacerdote en esa situación. "Piensa si prepararte para transformar tu parroquia es prioritario. Para cambiar las cosas, has de parar. Si no te paras, seguirás repitiendo lo de siempre".
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Para aprender más, visita:

El I Congreso Buenas Prácticas en Parroquias tiene lugar el 24 y 25 de febrero en el Paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera (Carre Major, 61, Alfara del Patriarca, Valencia), con la colaboración de la Universidad Católica de Valencia. Participan Armando Matteo, profesor de la Urbaniana de Roma y secretario de la Sección Doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; y William Simon, fundador y presidente de Parish Catalyst y autor del best seller pastoral “Grandes parroquias Católicas: Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan”. La asistencia es gratuita aunque requiere inscripción.

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RENOVACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS PASTORALES, 

PARROQUIALES, DIOCESANAS Y ECLESIALES